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jueves, 3 octubre, 2024
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EL SAN RAFAEL DE SALZILLO

Durante los días 16 y 17 de Marzo de 1936 en Yecla se quemaron todas las iglesias además de la sede de Contribuciones, el Registro de la Propiedad y casas particulares de renombrados pudientes yeclanos.

En este primer artículo me centraré en lo acontecido durante la quema de la Iglesia de San Francisco, ubicada junto al Colegio Instituto transformado en escuelas laicas durante los años de la Segunda República Española. La Capilla, complemento por excelencia de esta antigua iglesia asignada a La Virgen de las Angustias y regentada desde 1612 por franciscanos descalzos, quienes ejecutaron una labor muy activa entre las gentes humildes de Yecla. Se logró salvar de la quema esta magistral creación artística con la imagen de la Virgen, gracias a la oportuna intervención de un profesor de dicho Instituto que osó enfrentarse al azorado tropel incendiario.

Fue comenzada su construcción en 1736 por la Venerable Orden Tercera y, recientemente restaurada, volverá en breve a abrirse al público y poder mostrar los trabajos realizados para devolver su antigua azulejería, el trazado propio del Barroco Levantino, las filacterias con epítetos doctrinales y los frescos recuperados, consiguiendo restituir el encanto primitivo de la bellísima capilla con su retablo de Ignacio Castel.

En esta Iglesia existían antes de su destrucción, dos imágenes escultóricas de valiosa calidad artística, como eran la Virgen de las Angustias y un San Rafael, ambas de Salzillo, además de ornamentos sagrados, cálices, candelabros, crucifijos, etc., así como diversas imágenes que ocupaban las distintas hornacinas del templo. Y cuando las descontroladas hordas, según atestiguan los informes judiciales, tras haber incendiado la ermita de San Roque, asentamiento de los franciscanos tras abandonar el oratorio primitivo a los pies de la Sierra de la Magdalena, continuaron con su brutal vandalismo arrasando este santificado oratorio que, tras hacinar lo expoliado del templo en la explanada anexa y prender fuego a las reliquias amontonadas, ocasionaron una inmensa hoguera, lo que inesperadamente obligó ante el peligro que suponía la propagación del incendio al edificio adjunto habilitado para la enseñanza en esas fechas como centro laico, y antes regentado por los Escolapios desde 1865, se personaron frente a los saqueadores el profesor D. Manuel Castañeda Agulló acompañado del conserje de las escuelas D. Francisco Morales Martínez, arriesgándose por el peligro que suponía plantar cara a una caterva descontrolada, y con valerosa audacia increparon del peligro que el fuego podía suponer de llegar a alcanzar las llamas las dependencias del Colegio y destruirlo. Pero también les instaron, y gracias a esa valiente intervención pudieron salvarse las dos valiosas joyas escultóricas obras de Salzillo, instando a la masa enfurecida sobre la elevada cuantía que podría suponer la venta de esas imágenes por lo que no era propio hacerlas desaparecer. Hicieron caso a las sugerencias del profesor y abandonaron el expolio, aunque no la destrucción del histórico edificio.

Y así lo declararon el día 20 de Marzo de 1936 ante el Juez D. Joaquín Vázquez Naranjo y el Secretario judicial D. Francisco Muñoz, al ser citados por el juzgado dichos profesor y conserje del Instituto como testigos de la devastación. Consta en su declaración que gracias a la intervención de estas dos personas respetaron y no quemaron las dos tallas de Salzillo, aunque hasta hoy permanece desaparecida la del San Rafael.

Curiosamente he de destacar que en la inspección realizada el 18 de marzo de ese trágico año por el Sr. Juez, secretario y alguacil del Juzgado de Yecla, también certifican en su inspección ocular la existencia de una pequeña imagen de San Rafael obra también de Salzillo junto a la Virgen de las Angustias, pero de la que hasta el momento se desconoce su localización.

Teniendo en cuenta que en esos días de marzo faltaban cuatro meses para que comenzase la Guerra, la acción de la justicia actuó en consecuencia, personándose en el lugar de los hechos ante las oportunas denuncias realizadas el Sr. Juez Vázquez Naranjo, acompañado del secretario y alguacil del Juzgado de Yecla, personándose en todas las Iglesias incendiadas y otras dependencias de la ciudad también destruidas, dando fe de su inspección en el sumario enviado a la Audiencia Provincial de Murcia, y textualmente reiteran en el informe de la Iglesia de San Francisco que la imagen de San Rafael permanecía en la Capilla con la Virgen de las Angustias. Así lo afirman tanto el Sr. Juez como el profesor y conserje en su declaración, por lo que sería de ley que las autoridades hoy competentes instaran en su búsqueda aprovechando los medios de comunicación de que hoy se disponen.

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