Tras su breve paso por la política y sus problemas de salud ya superados, Miguel Ángel Herráiz retoma la presidencia de ADFY en mitad de una pandemia que ha perjudicado a sus usuarios por el largo confinamiento
¿Puede resumir su trayectoria en ADFY? ¿Qué le ha empujado a regresar a la primera línea?
Llevo en ADFY desde 1993 cuando entré como voluntario. Luego fui secretario y ya en 2010 me eligieron presidente, cargo que desempeñé durante siete años de manera ininterrumpida. Después fui vicepresidente y ya en 2019 decidí apartarme por mi salto a la política en la lista electoral de Ciudadanos aunque no salí elegido concejal. Juan Gil se ha encargado de la Presidencia durante un año pero por temas personales lo ha tenido que dejar y me han pedido regresar. He vuelto porque mi vocación es ayudar a las personas con discapacidad física, orgánica o sensorial. Ellos no pueden ser las grandes víctimas de esta pandemia. En mayo fui elegido en una Asamblea telemática y por si fuera poco ahora soy también tesorero de FAMDIF, la Federación regional. Pero estoy encantado de ser útil y aquí estoy dispuesto a trabajar.
El colectivo de personas con discapacidad es muy vulnerable.. Necesita sus terapias físicas, pero también otros alicientes como socializar con los demás… ¿Cómo ha sido el confinamiento y estos meses tan duros para los usuarios?
Hemos estado muy pendiente de nuestros usuarios porque somos conscientes de que nos necesitan. A través de la atención telemática se ha atendido a personas con problemas auditivos, la fisioterapeuta ha estado supervisando ejercicios físicos que las personas hacían en casa, la logopeda igual… No ha sido fácil pero hemos logrado que no desconectaran de su rutina y que no perdieran parte del terreno que habían adelantado en ADFY en los meses más duros de la pandemia. El deterioro que podían sufrir era muy serio. Ahora queremos retomar alguna de las actividades como el curso de lengua de signos , con todas las recomendaciones sanitarias que se nos exigen. Si la situación lo permite iremos retomando actividades porque las personas necesitan también socializar. Un paso muy importante es que hayamos reabierto el Centro de Promoción de la Autonomía Personal y que estén regresando los usuarios.
¿Van a retomar también sus campañas de mentalización escolar? Será complicado por las restricciones para entrar en los colegios…
Hemos contemplado todas las posibilidades. Desde que pueda ser presencial con los voluntarios en los centros, aunque ahora mismo está difícil, a una campaña de mentalización sobre la discapacidad de forma telemática. Pero es fundamental que los niños reciban lecciones de empatía y solidaridad y sepan que cualquier persona puede, en un determinado momento, padecer una discapacidad física, orgánica o sensorial.
También es importante gestionar los trámites para el reconocimiento de la discapacidad a las nuevas personas que lo demandan… ¿Hay mucho retraso en estas gestiones por la COVID-19?
Pues por desgracia sí se ha retrasado mucho. En Murcia están tratando de acelerarlo pero el hecho de que muchos funcionarios estén trabajando de forma telemática no contribuye a agilizar. Quiero pedir a todos los que lo han solicitado que tengan paciencia aunque entiendo que hay situaciones complicadas en las que no se puede esperar. Nosotros en ADFY hemos vuelto a la atención presencial con cita previa y haremos todo lo que podamos para ayudar a estas personas.
¿Cómo está ADFY en cuanto a número de socios, usuarios y profesionales? ¿Cómo están capeando el temporal económico que vivimos?
Tenemos 600 socios, unos 30 usuarios en el Centro de Promoción de la Autonomía Personal y ahora mismo solo cinco en el programa de respiro familiar para personas con daño cerebral. Además, damos trabajo a diez profesionales de diferentes campos. Esto lo financiamos con los convenios con el Gobierno regional y el Ayuntamiento de Yecla que esperamos sigan igual en 2021 y aportaciones de entidades como La Caixa que necesitamos más que nunca. Vamos a aguantar todo lo que podamos para no tener que cerrar ningún servicio.
