Es una de las empresarias más sobresalientes de Yecla y así lo certifica la distinción que le otorga el Ayuntamiento de Yecla dentro de los reconocimientos por el 8 de Marzo, Día Internacional de la Mujer. Con ella hablamos de igualdad, del mundo laboral y de conciliación
Antonio M. Quintanilla
¿Su primera impresión al conocer que la Concejalía de la Mujer ha concedido a VERDÚ este año la distinción especial con motivo del Día Internacional de la Mujer por su compromiso hacia la mujeres?
Pues en un primer lugar de sorpresa, en sentido de asombro, pues no me hacía a la idea del motivo por el cual se concedía esta distinción a VERDÚ. ¿Qué relación guardaba el Día Internacional de la Mujer con nuestra ferretería? Eso es lo primero que me vino a la cabeza.
Luego, tras ahondar un poco más en el asunto, descubrí que el motivo guardaba una estrecha relación con el hecho de la presencia de la mujer en nuestra empresa, incluso por el desempeño de cargos de alta responsabilidad, tanto por mi parte como por parte de otras compañeras: María José, Elena, Inmaculada… La ferretería, que se ha considerado tradicionalmente como un sector de hombres, ha experimentado un crecimiento importante en la presencia de la mujer, y más aún de la mujer emprendedora.
¿Qué papel ocupa la mujer en su empresa actualmente y cómo ha ido evolucionado ese posicionamiento desde que nació VERDÚ hace más de 125 años?
Pues como ya he manifestado en la anterior respuesta, es relativamente reciente la presencia de la mujer en este tipo de negocios y más reciente aún la presencia de la mujer llevando a cabo puestos de responsabilidad. Hace tan solo 30 o 40 años, y dentro de los casi 130 años de historia que tiene VERDÚ, era impensable que una mujer participara tan siquiera en el desarrollo de esta actividad, pero no es menos cierto que desde hace ya algunas décadas se incorporaron las primeras mujeres al oficio de la ferretería (yo entre ellas).
Hoy en día, las mujeres llevamos a cabo actividades ejecutivas y de responsabilidad, eso sí, a través de una estructura empresarial mucho más grande de lo que se entendía como una ferretería tradicional de barrio de los años 60 o 70 del pasado siglo. Las mujeres en VERDÚ suponen un importante porcentaje de la plantilla de trabajadores, sin embargo éste se incrementa considerablemente si hacemos referencia al desempeño de puestos directivos o de responsabilidad.
Usted es un referente como destacada mujer empresaria de Yecla por el volumen de su empresa, tanto a nivel de facturación como de penetración en el mercado y número de empleados. ¿Cómo se desenvuelve usted en el mundo empresarial reservado tradicionalmente hasta hace muy poco tiempo para los hombres?
Solo soy el resultado de lo que he heredado de mis padres, Joaquín y Conchita, que me han inculcado y transmitido los valores de la honestidad, el trabajo y ese punto de vista o visión del negocio.
Pues me desenvuelvo con soltura, la verdad, pues son ya muchos años de experiencia en esto de la ferretería, y una viene ya de vuelta de muchas cosas. Indudablemente, en una empresa con casi 70 trabajadores surgen problemas de todo tipo, dentro de los que son más o menos habituales en las empresas. Pero como digo, nada que nos quite el sueño. Eso sí, en Verdú estamos siempre en continua evolución, como dice uno de nuestros lemas más emblemáticos. Podríamos parar o tratar de vivir más tranquilos, pero eso no va con nuestro ADN inquieto. Siempre tratamos de dar soluciones a los retos que nos plantean nuestros clientes y a las necesidades que detectamos en el mercado.
¿Cree que todavía existe una brecha entre hombres y mujeres en el mundo laboral?
Yo creo que todavía existe, pero que se va difuminando con el paso de los años. Quizá es algo que se acabará con las generaciones más mayores que vivieron este modo de vida, que era el que imperaba antes. Hoy, la mentalidad de la gente más joven ya ha cambiado radicalmente. Se valora la capacidad de cada uno, por supuesto, pero sin tener en cuenta si se trata de un hombre o una mujer el que lleva a cabo el desempeño de un puesto de trabajo u otro.
Ciertamente, y debido a cuestiones de complexión física natural, los hombres, como norma general, son capaces de acometer actividades a las que las mujeres en general podrían venirles algo más cuesta arriba, pero aquí, en nuestra empresa, eso llega a ser algo anecdótico. Como muestra, en nuestro almacén trabajan también mujeres, perfectamente integradas en el desarrollo de su actividad.
¿La conciliación empresa/familia continúa siendo una cuesta arriba o a nivel de igualdad hombre/mujer hemos ido avanzando?
Yo creo que estamos avanzando en ese aspecto. Las mismas leyes y normas vigentes ayudan a esa conciliación y a la igualdad entre el hombre y la mujer. Pero como digo, no es algo que esté totalmente equilibrado. El paso del tiempo difuminará, con toda seguridad, el modo de pensar en este sentido.
En VERDÚ, especialmente somos conscientes y estamos comprometidos con la conciliación laboral y familiar. Pero esto es algo que venimos haciendo desde hace ya muchos años. Hoy en día ya tenemos implantado el Plan de Igualdad en nuestra empresa.
¿Cuál sería su consejo para las jóvenes mujeres que están pensando convertirse en emprendedoras o en ponerse el frente de una empresa?
Bueno, yo creo que cada vez hay más mujeres emprendedoras, pero mi consejo es que no tengan ningún freno en cuanto a llevar a cabo estas iniciativas emprendedoras, pues está súper demostrado que las mujeres estamos tan capacitadas como los hombres para crear o dirigir un negocio. Eso sí, emprender conlleva un esfuerzo y una dedicación importantes, seas mujer o seas hombre. Nadie te regala nada.
