Indican que “prevenir esta enfermedad es tarea de todos, puesto que debemos concienciarnos de los problemas que supone una excesiva exposición solar”
AYAC recuerda que “el cáncer de piel no melanoma es una de las enfermedades cancerosas más fácilmente evitable, puesto que se puede detectar precozmente”.
La piel es el órgano más grande de nuestro cuerpo, tiene memoria y almacena las veces que la hayamos expuesto a un sol excesivo. Por lo tanto, para reducir la incidencia de este tipo de cáncer hay dos caminos a seguir: la prevención y el diagnóstico precoz.
Entre las recomendaciones importantes que quieren transmitir desde AYAC destacan las siguientes: limitar el tiempo de exposición y no tomar el sol entre las 12 y las 16 horas, no permanecer bajo el sol durante largos periodos de tiempo y aplicar abundante y frecuentemente cremas con filtro solar de alto factor de protección.
Otras recomendaciones son “evitar quemaduras solares, usar gafas de sol, sombreros, sombrillas y ropa para protegerse del sol, beber agua con frecuencia para hidratar la piel. También evitar las cabinas de rayos UVA, mantener a los bebés y niños pequeños en la sombra y acudir al dermatólogo ante cualquier signo de alerta. AYAC insiste en que “es importante también vigilar y hacer autoexploraciones aplicando las siguientes normas básicas:
1. Identificar el lunar que sea diferente a otros.
2. Revisar siguiendo las características de los lunares por la regla del A, B, C, D, E : asimetría, manchas que no son simétricas, bordes irregulares…
También es importante estar atento al color de estos lunares, diferentes tonos entre marrón-negro ( y también al cambio de color), diámetro igual o superior a 6 mm y la evolución en tamaño y forma (se eleva, pica o sangra).
Desde AYAC recuerdan que “exponerse al sol de forma controlada, limitada y segura, sí tiene beneficios para nuestro cuerpo, puesto que es la fuente principal de vitamina D para nuestro organismo”.
