Laurel Canyon: Músico yeclano
“8 minutos” es el título del disco de Laurel Canyon, un trabajo que hace una clara alusión al tiempo que tarda en llegar la luz del sol a la tierra, y que es un proyecto realizado en colaboración con el Fondo de Ayuda para Iniciativas Culturales de la ONCE. Este es el primer álbum de Laurel Canyon que ha sido producido por Vicente Sabater y que, además, ha buscado su inspiración en la película “Interstelar” de Christopher Nolan.
Laurel Canyon es el nombre de un barrio de Los Ángeles ¿Por qué llamar así a este proyecto?
Porque era un nombre con cierta etimología. Con un “algo” especial, que nos retrotraía al lugar en el que muchos artistas en los años 60 se refugiaron para dar rienda suelta a su imaginación.
Tras Laurel Canyon se encuentran los músicos Susi Belda (al chelo) y Greg Marles (guitarra y voz). ¿Dónde os conocisteis y cuáles fueron los primeros pasos de Laurel Canyon?
Nos conocimos a través de una amiga común. Yo estaba preparando unos recitales y se me ocurrió que la idea de un chelo acompañándome resultaba atractivo, envolvente y cambiaba el matiz, el color, el cuerpo de los temas. La unión funcionó, gustó al público y decidimos darle continuidad como Laurel Canyon. Actualmente, al igual que sucede en el cuento de los músicos de Bremen, el formato para el directo lo hacemos algo menos intimista, y nos servimos del apoyo de una guitarra eléctrica, bajo y batería, llevando las canciones a un sonido que se acerca más a lo que se escucha en el disco. Por no hablar de Rocío Pinar, una buenísima chelista, que sustituye a Susi, cuando ésta no puede acudir a algún evento del grupo.
Para la grabación del disco se ha contado con otros músicos. ¿Cómo se fueron incorporando a la grabación?
Los músicos vinieron de la mano de Vicente Sabater, y su gran experiencia y talento hizo que estas personas encajaran en cada canción como si hubieran estado ahí, en esta música, desde el principio. Fue todo un privilegio disponer de la guitarra y los efectos de Iván López, el bajo de Nacho Tamarit, y la batería de Edu Olmedo. De otra parte, Edu Piqueras, es un guitarrista y amigo, con el que ya había grabado anteriormente, el cual no dudó en poner su guitarra española al servicio de diversas canciones, como el fue el caso de “Rodilla a tierra”.
“8 minutos” es un tema del disco y la canción que nos vamos a encontrar en este Imprescindibles. ¿Por qué llamar al disco 8 minutos?
Era un título sugerente, además, el tema en cuestión dio pie a la portada del disco, inspirada en la película que se menciona.
El disco consta de diez canciones, dos de ellas son versiones “Han caído los dos” de Radio Futura y el tema del cantante británico Morrissey “Everyday is like Sunday”. ¿Qué significan para vosotros estos dos temas para incluirlos en vuestro primer disco?
Habitualmente, cuando tocamos en directo, nuestro repertorio se compone de canciones propias y otras que son versiones. Esas dos canciones nos han acompañado desde el principio y era una deuda que teníamos con ellas, al margen de que son muy buenas en su origen.
Es un disco de folk, pero también hay blues, y rock… un disco difícil de encasillar. ¿Huyendo de las etiquetas?
No, cada canción tiene su momento; en cierta ocasión, un periodista acerca de mis discos dijo que resultaban eclécticos. Quizá tendrá que ver con que escucho todo tipo de música, de James Rodes, al que aspiro ver pronto en directo, a Radio Head.
En el disco ha colaborado el Fondo de Ayuda para Iniciativas Culturales de la ONCE. ¿Cómo ha sido su ayuda?
Cada año la ONCE destina un dinero para sufragar proyectos culturales, yo presenté el mío, resultó seleccionado y este disco se debe a ellos. Indudablemente, sin su respaldo todo hubiese sido más difícil. Y luego están, claro está, Ricardo de la Morena y Carlos Romero, la gente de Bell Music, que es la discográfica que ha lanzado el disco, que en cierto modo, se han involucrado y confiado en el proyecto, para que éste alcanzara una mayor difusión.
Gracias por vuestro tiempo si hay algo que nos queráis contar, estáis en vuestra casa…
Supongo que el hecho de hacer canciones es una necesidad, al fin y al cabo, cuando una canción se la cantas por primera vez a alguien deja de ser tuya, ese es el fin de la música, desde mi punto de vista.
(Entrevista publicada en el número 129 de la revista LH Magazin y cedida a SIETE DÍAS YECLA para su reproducción)
