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domingo, 5 mayo, 2024
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MIS VIEJOS RECUERDOS SOBRE EL CINE PYA

José Puche Forte

El cine PYA o Parque Yeclano de Atracciones fue un proyecto que tuvo sus inicios en el interior de una de aquellas bodegas comerciales que aún quedaban dentro del casco urbano. Estas estaban situadas en la calle de Maestro Mora, junto a las que había un gran corral que daba a la calle de Esteban Díaz y la travesía Infanta María Teresa. En este amplio espacio es donde se llevaron a cabo las diversas instalaciones, que muchos de nosotros hemos conocido y que fueron el conjunto de un proyecto al que se puso por nombre “Parque Yeclano de Atracciones”.

Esta vieja bodega con su espacioso corral fueron adquiridas por Óscar Palao Maestre y José Pascual Palao García y que después pasarían a ser propiedad de Pedro Muñoz García. Según el expediente municipal Nº 86 /1953 (A.H.M.Y Leg.580, Incautaciones y reclamos 1936-1953)

Recuerdo que por entonces, teniendo unos diez años, entré muchas veces a esta vieja bodega con mi amigo José Palao “el del horno”, hijo de José Pascual “el hornero”, que era uno de los dueños. Veíamos como desmontaban los conos de madera que en esta había para acondicionar el local y convertirlo después en lo que sería “el cine pequeño”. Al adquirirlo Pedro Muñoz García, más conocido como ‘Perico el del PYA’, este le dio un gran cambio a lo largo de los años. Lo primero que se hizo fue aprovechar el gran corral y convertirlo en un cine de verano, que al no haber ninguno en Yecla, tuvo un formidable éxito. Sus blancas paredes y su amplia pantalla lo transformaron en un lugar acogedor que todas las noches se llenaba y en el que a la vez que se veía cine se podía fumar.

Me acuerdo de aquellas blancas paredes que fueron decoradas por Tomás Martínez ‘el Pintor’ con unas figuras femeninas semidesnudas que medio se cubrían con instrumentos musicales. A muchos les gustaron pero otros se escandalizaron y obligaron a pintarles bañador para que estuvieran “más decentes”. Estas figuras estuvieron allí hasta que se reformó el cine de verano.

Me viene a la mente otra anécdota curiosa y es que en la casa de al lado del cine vivía Vicente “el Alborga”, el cual se tendía en lo alto de la pared medianera y veía el cine de gratis sin que le pudieran decir nada, hasta que se reformó. A buen seguro que este cine de verano nos trae a muchos yeclanos un imborrable recuerdo. Aún conservo algunos programas de mano de las películas que allí se hicieron.

En aquel espacioso corral también se edificó un espacioso salón con bar en el que se servían refrescos y comidas en las bodas y hasta se hacía baile los fines de semana, el cual se llenaba en invierno. Y hasta se hizo una pequeña piscina con vestuario que llegó a tener gran aceptación ya que era la única que había dentro del pueblo. Algún tiempo después se hizo la de “Los Rosales”. Después se edificó el cine grande en cuya pared lateral había unas grandes puertas, que al abrirlas, se podía ver desde el interior del salón el cine de verano. Con el paso de los años se edificaron unos pisos, lo que hizo que desapareciera el cine de verano.

Pedro ‘el del PYA’ fue siempre un enamorado del cine y logró transmitirle aquella gran afición a sus hijas María Dolores y Juana, logrando que hasta la fecha este cine no haya desaparecido. Pedro gozaba de una gran simpatía y en el pueblo se le tenía mucho aprecio. Los niños de aquella época valorábamos mucho el que a veces nos dejara entrar cuando no teníamos suficiente dinero. Aquello era para nosotros un noble gesto. También era un gran aficionado al fútbol apoyando al Yeclano como miembro de la directiva. Pedro y el cine PYA siempre estarán relacionados.

Al fallecer Pedro el Cine PYA quedó a cargo de sus hijas, que lo siguen manteniendo en la actualidad. Referente a esto, se conserva una interesante entrevista que les hicieron a las hijas y que fue publicada en la revista local “Se hace saber”, en su número 7 del 7 de junio de 1985 en la que dicen que “lo llevan adelante por su amor al cine”. “Son tiempos difíciles”, dice Loli. “El vídeo y el hecho de que la gente se ha vuelto muy cómoda son los principales motivos de la crisis”. “El vídeo ha sido el que más daño ha hecho al cine. Si te retrasas un poco en poner el estreno, cuando vas a hacerlo ya está la película en vídeo. Tengo una pequeña sala dedicada a la programación infantil y la he tenido que cerrar. El cine tiene unos treinta y tantos años, yo le he vivido todo y en la época de esplendor el cine daba mucho dinero. Hoy no hay una película que llene la sala”. Le preguntan también cómo ve el Cine Club Odeón y dice que “existe una especie de comunidad y les sale más económico. Que ellos tienen una mayor información ya que son espectadores preparados cinematográficamente”.

En cuanto a los géneros cinematográficos que mejor funcionan en la actualidad señala que “si se trata de un público joven, el musical pero que sea famoso y el cine futurista. Y para el gran público, el sensacionalista y el cine de terror cuando es bueno”. Con este panorama, le preguntan “¿Hasta cuándo piensa resistir?”. “Yo no sé si me cansaré. De todas formas soy optimista, pienso que esto cambiará. Por supuesto que es falso eso que dicen alguna gente de que el cine está muerto. Amo el cine”, respondía.

He de decir que entre el cine PYA y el Cine Club Odeón siempre ha existido una gran colaboración. Prueba de ello es que la mayoría de sus eventos y programaciones cinematográficas se han realizado en el cine PYA y cuya organización tiene también una larga andadura.

En la actualidad el lugar que siempre ocupó el cine PYA hoy lo ocupa un supermercado. Pero este, aún resiste los embates del tiempo y se sitúa en lo que un día fue el Cine Luci, en la Rambla. El cine PYA fue un viejo sueño que pervive y aguanta a pesar de las dificultades. Mientras en Yecla haya amantes del cine, el PYA no desaparecerá.

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