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CON LA MÚSICA A OTRA PARTE

Conozco a más de uno que por estas fechas siempre afirma que con dos semanas de vacaciones tiene bastante. Pero para nada es mi caso

El Dicionario Español de Refranes define en estos términos la popular expresión de irse con la música a otra parte: “Cuando alguien se va con la música a otra parte significa que se va, que nota que por algún motivo sobra (por lo que dice o por lo que hace), y por eso decide marcharse”. Aunque no es mi caso, que yo sepa. No creo que por lo que digo o por lo que hago sobre un servidor en ninguna parte menos, claro está, en las partes donde un servidor sobra sobradamente o nunca seré invitado. Es decir, el hecho de que nos falte poco y menos para irnos de vacaciones, con la música a otra parte, a final de esta semana no es motivo alguno de tribulación sino todo lo contrario. (Recuerden ustedes-vosotros que, como venimos haciendo desde que este periódico vino al mundo y habitó entre nosotros, salimos el último jueves de julio, con este periódico que ya tiene usted en sus manos, y regresaremos el primer jueves de septiembre.

En agosto no editamos, entre otras cosas porque no hay nada que editar y en caso de notición echaremos mano de las redes sociales que aunque sean un tostón para estos casos de informativa emergencia veraniega vienen de perlas). Sigo por donde iba: cuando me vino a la cabeza el titular de esta última ‘Crónica yeclana’ de la temporada pensaba más bien en que a lo mejor el refrán de irse con la música a otra parte había surgido en Yecla durante este mes en tempus longe o, si lo prefieren, a long time ago. Versátil que es uno. Porque parafraseando a Radio Yecla y a aquel esolgan que hizo tan popular de “la radio más musical del sureste de España”, ahora sin miedo a equivocarnos podríamos decir: “Julio, el mes más musical del año en Yecla, al sureste de España”.

Sólo hay que echar un vistazo a la programación que nos ha tenido ocupados las últimas semanas: “El verano en danza” con las academias de baile locales; las audiciones de final de curso de la Escuela de Música, los ciclos de “Música al fresco”, el conciertazo de la Asociación de Amigos de la Música, (como es lógico y normal la AAMY tenía que despuntar tratándose de un mes tan sonoro y musical); los bailoteos populares de los grupos de folclore made in Yecla, Salzillo y Arabí; las actuaciones de la Peña Flamenca, el espectáculo de danza en el día del socio de la Peña Taurina; la sesión ochentera que nos montamos en la Mannix (todo hay que decirlo), para celebrar que seguimos vivos y coleando después de echarnos al cuerpo 50 años más (y que, por cierto, a lo mejor repetimos a petición del amable público)… Y seguro que como siempre ocurre cuando sueltas una retahíla de golpe y porrazo (para servile a usted), se me olvida alguna actuación más. Resumiendo, que nos vamos: lo dicho, ahora toca irnos con la música a otra parte, cazar moscas, mirar a las musarañas, y afinar, entonar y templar cada día del mes de agosto. (Conozco a más de uno que siempre suelta que con dos semanas de parón tiene más que suficiente). Pero para nada es mi caso. Que ustedes lo disfruten bien. Felices vacaciones.

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