Antonio M. Quintanilla Puche
Como dicen en mi pueblo, lo mejor será comenzar por el principio. ¿Cómo y en qué momento surge tu relación con el ‘Yecla Jazz Festival’ y, sobre todo, cómo nace la idea de emitirlo en directo en tu programa Discópolis en Radio 3?
Empecé en septiembre de 2009. Por entonces colaboraba con el Injuve (Instituto de la Juventud, del Ministerio de Cultura). Era Jurado en diversas convocatorias y presentaba en público festivales para jóvenes como el de Folk en Cartagena (2000 a 2003) y el de Jazz en Ibiza (desde 2001) entre otros. Siempre he tenido una relación estrecha con la Región de Murcia. He hecho el Cante de las Minas, San Javier, Murcia 3 culturas, clases en Onda Nave y sobre todo, doce años, el Certamen Cantigas de Mayo de Ceutí. Justamente aquí, cenando una noche, surgió el tema de Yecla. Pensé que podía ser interesante apoyar a un festival muy modesto que empezaba y necesitaba un empujón.
Me puse manos a la obra y en septiembre propuse al programador que escuchara al trío Duende y Aire a quienes acababa de llevar a Moscú representando a RNE en el Festival de Folk de la UER (Unión Europea de Radiotelevisión), que a su vez habían surgido de los Circuitos del Injuve. Tuvieron tanto éxito que al año siguiente me pidieron otro artista y propuse al saxofonista Gianni Gagliardi, de 22 años, que también era de los mismos circuitos. Entonces el festival se integraba dentro de la Feria pero se propuso sacarlo como entidad autónoma. De 2009 a 2012 apoyé el festival desde la emisora de RNE en Alicante, donde hice los programas con presencia de los artistas y de la responsable municipal. En vista de la paliza que suponía ir a Alicante, desde 2012 solicité que una unidad móvil de RNE se desplazara desde Murcia. Se aprobó y ahí seguimos.
Te has convertido en un verdadero “yeclano de adopción”. Todos te saludan por la calle como a un paisano más y hasta en tus inicios tras terminar la carrera de Periodismo trabajaste en Madrid con Pablo Corbalán. ¡Más yeclano, imposible! ¿Qué les das a los yeclanos para que te quieran tanto?
Los yeclanos me dan cariño y yo se lo devuelvo. Y viceversa. Es una bella relación de amor. En el periódico ‘Informaciones’ yo era un bisoño recién salido de la Facultad. Tuve la suerte que Juan Pedro Quiñonero me acogió en la sección de Cultura, por el añadido de mis conocimientos musicales. Creyó en mí, de la misma forma que Pablo Corbalán había creído en él para el ‘Suplemento de Arte y Literatura’ que tenía un nivel excepcional. Corbalán era un intelectual admirado y yo le veía con mucho respeto. Respecto a la otra parte de la pregunta, soy persona de fidelidades y largas relaciones, así que Yecla es una de ellas.
¿Dónde crees que está “el quid de la cuestión” para que la resonancia del ‘Yecla jazz Festival’ haya llegado tan lejos y se hable de él como uno de los de más calidad musical de nuestro país?
La cuestión clave es la programación. Se ha mantenido un nivel excelente. ‘Yecla Jazz Festival’ no puede competir en presupuesto con ‘Jazz al día’ de San Sebastián u otros grandes festivales. No lo pretende. Pero en su humildad sí es competitivo. El Concha Segura proporciona un ambiente cálido muy atractivo para los músicos, pero es que además hay un equipo que hace muy bien su trabajo: luces, sonido, monitores, backline, fotógrafos, afinador, azafatas… e incluyo al personal administrativo, técnico y miembros de la Corporación municipal… y a las personas que dan cenas a deshoras en el Hotel Avenida, regadas con vinos de la ciudad. Todo ello hace que este festival tenga muy buena imagen.
Mi aportación ha sido la promoción del mismo haciendo programas diarios en directo, con los artistas y otros invitados de Yecla, y grabar los conciertos para difundirlos íntegramente unos días antes de la celebración de cada año. La fuerza de “Discópolis” ha sido fundamental pero sin calidad no hubiera tenido tanta resonancia.
En cuanto a las presentaciones del escenario he pretendido crear ambientes cálidos, de confianza, como si desde el sofá del comedor tuviéramos una conversación para saber quiénes eran los músicos, o el estilo, que iban a tocar.
¿Qué se puede hacer todavía para seguir promocionando el festival que no se haya hecho ya?
Me gustaría que alguien recogiera mi testigo en RNE para hacer lo que yo he hecho hasta mi jubilación forzosa. Tengo discípulos pero la decisión no depende de mí.
Parece ser que no estás muy conforme con la manera en la que RNE ha planteado tu jubilación.
No estoy conforme para nada, porque tengo 68 y mucha marcha, tanta como Miguel Ríos que me saca diez. Mi trabajo es cómodo, no es el de un albañil o un minero. La generación actual está llena de gente que con ochenta sigue diciendo muchas cosas: Bob Dylan, Paul McCartney, Mick Jagger… La decisión ha sido muy mala para los oyentes, que se han quedado huérfanos de la noche a la mañana, sin más explicación. El actual Presidente de RTVE solo tiene cuatro meses menos que yo y le han elegido para un mandato de seis años. ¿Por qué él sí y un profesional querido no?
¿Qué relación vas a seguir teniendo con el festival de jazz ahora que estás jubilado? Que te conste que al menos en Yecla no queremos que te retires nunca de nuestro lado.
Con lo que yo os quiero y las ganas que tengo, estaré con vosotros siempre que me llaméis para lo que queráis contar conmigo.
El Premio Santa Cecilia que el domingo 26 de septiembre te otorgó la Asociación de Amigos de la Música se interrumpió de golpe por una tormenta. (Me encantó oírte exclamar mientras salíais corriendo bajo la tromba de agua: “¡También llovió en Woodstock y no pasó nada!”). Aprovecha ahora que no llueve: ¿Qué te hubiera gustado decir en ese momento que la lluvia te impidió?
Lo de Woodstock no pensaba decirlo, fue improvisado. También me planteé cantar un verso de “Singin’ in the rain” pero me pareció muy largo y el agua arreciaba. Así que lo que dije fue suficiente: “¡Muchas gracias, lo de Woodstock y ¡viva Yecla!”
