Lo único de verdad importante ahora es mentalizarnos de que, a pesar del alivio, continuamos en estado de alerta sanitaria
Aliviados, pero sin relajarnos en ningún momento. Más animados pero sin olvidar que continuamos en alerta sanitaria. Nuestro posicionamiento ante la anunciada desescalada coincide con las llamadas a la prudencia, a ir avanzando poco a poco, paso a paso, siendo consciente en cada momento de que la amenaza continúa ahí fuera y que depende de nuestra responsabilidad que todo trascurra sin sobresaltos y lamentaciones por el hecho de que dentro de poco tengamos que empezar a hacer marcha atrás. Mientras no surja una vacuna capaz de aniquilar al Covid-19 no podremos dar la batalla por vencida y todo serán especulaciones. Y que nadie entienda que mantenemos una posición negativa. Todo lo contrario, muy esperanzados ante las semanas de desescalada que se nos avecinan y que pueden suponer el inicio del final.
Pero nadie plantea por el momento un escenario libre de riesgo e incluso, y nos referimos a la opiniones expuestas por científicos y profesionales de la sanidad, alguna voces más críticas ya están alertando con preocupación ante nuevos brotes que no sería descabellado que surjan si el virus no se comporta como todos deseamos que debería comportarse en cuanto empecemos a pisar la cale con esa “nueva normalidad” que tiene más pinta de todo lo contrario. Pero no caigamos manos de conjeturas ni suposiciones: lo único verdaderamente importante ahora es mentalizarnos de que continuamos confinados en un estado de alerta sanitaria. Por eso en ningún momento podemos bajar la guardia.
