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martes, 30 abril, 2024
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Mi hermano

Francisco Jesús Ortuño Millán

Hola Pepe, hola hermanico, cómo me tiemblan las palabras. Estoy lejos de tu Yecla, de tu pueblo y el mío, pero cada vez que abro los ojos te veo por todas partes, como si en este otoño a punto de nacer quisiera perpetuarse de manera tozuda y traidora ese 6 de agosto que no quiere pasarse nunca. Te has ido y se han quedado los pájaros cantando.

No te has podido despedir de tu gente, de tus paisanos y me consta que te hubiera gustado repartir alguna sonrisa y algún abrazo. Sirva este recordatorio para transmitir a nuestros vecinos y vecinas el agradecimiento de la familia por hacer llevadero el camino.

Este verano, ha fallecido José Ortuño Millán (el Tipo), inventor de un oficio desde Yecla (Espectáculos Ortuño). Más allá de destacar que en el sureste español hubo años donde “Espectáculos Ortuño” programaba muchas de sus ferias y fiestas; más allá de ser “José Ortuño” uno de los pioneros en crear ARTE (Asociación Española de Representantes Técnicos del Espectáculo) o crear y representar al grupo mítico de música “Los Bleytons”; me gustaría presentar, en este breve recordatorio, a un testigo de la transición española vivida desde este sur, donde el tiempo de la fiesta alumbraba la más lúdica de las razones de paz y concordia, entre desencuentros, amnistías y apretones de manos. Un tiempo y un paisanaje claves para la historia contemporánea de Yecla. Les invito a que por unos instantes aparquen la fría y calcula razón y sean los afectos quienes tomen su sitio. Parafraseando al poeta Walt Whitman, aquí, en esta página no leeréis palabras, quién lee esto toca a un hombre.

En este caso a un inventor de sí mismo, de un oficio, el de representante de artistas, que él desarrolló de manera insólita e increíble, entre otras razones por las dificultades de comunicación que entonces cercaban a Yecla; años aquellos donde tener un teléfono era casi un milagro, aún recuerdo el 180 que acompañó a mi padre “Paco el practicante” y luego heredó mi hermano, con él se programaban fiestas en Yecla de dimensiones impensables hoy día, ¡ojo! vinieron grandes artistas de primera línea (los más reconocidos de la época) y emergentes que luego conformaron el imaginario emocional de muchos yeclanos y yeclanas (entre ellos Joaquín Sabina).

Son latidos de un oficio, que “El tipo” armó junto a su mujer “Manola la de Cazadores” y que tuvieron que labrar sin antecedente alguno, desde un lugar no normal para el oficio de contratar artistas y bajo todos los riesgos imaginables ¿Habrá llegado Tete Montoliu a Villena? En las Ferias de Yecla de los años setenta y principios de los ochenta, en las conversaciones sobre política y democracia en la cafetería de Cazadores con Rafael Amor, anarquista lúcido y enorme cantautor; en las controversias sobre las ubicación idónea de la Feria y sus espectáculos nocturnos; en la incertidumbre por la resolución del conflicto sobre si vallar o no el jardín, en fin, en la enorme mezcla de artistas que completaban cada programación se representaban, años tras año, los diferentes intereses y fuerzas sociales de una población plural y heterogénea.

En esas noches de Feria mi hermano aprendió una manera insólita de saborear algunas claves de la transición española escritas en Yecla entre canciones y algún que otro sobresalto. José Ortuño fue memoria carnal, apasionada, puente entre esos artistas y nuestro pueblo. Nadie mejor que él como testigo de aquellos años. Por eso planeábamos escribir un libro que se hiciese eco de esa historia de “lo común”, del protagonismo de una ciudadanía aturdida y esperanzada, de esa escenacronía nocturna.

Una historia lúdica, alejada del frío dato y más cercana a la luz de una razón poética de aproximaciones y roces, donde lostextos cultivasen maneras otras de entendernos. Este es el regalo que quisiera compartir con todos ustedes: la idea semilla para que alguien, si es que alguna vez hay ánimo (me consta que el Dandy está por la labor de ayudar y tiene un material valioso), realice un estudio que desvele como fueron esos días y lo que ocultan aquellas noches y una publicación “Yecla 1975 – 1980 a la luz de sus fiestas y ena quellas noches de la transición” (Un tiempo clave para la convivencia en Yecla).

Pepe, hermano, te extrañamos ¡tanto! Las cosas van a su amor y en la herida que dejas vuelve el corazón una y otra vez a sembrar cordura, recordándote. Nos seguimos hablando. Tu hermano.

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