Lleva más de dos décadas al frente de la Universidad Popular como directora pero también formó parte de los inicios y ha sido testigo privilegiada de la evolución de la sociedad yeclana en estos 40 años que ahora se cumplen desde que este proyecto echó a andar en 1982
Han logrado el hito de cumplir 40 años de trabajo ininterrumpido… Con la distancia que da el tiempo, ¿cómo recuerda los comienzos de la UPY?
Fue un proyecto colectivo, algo impactante e ilusionante. En aquel momento nadie podía pensar que un pueblo como Yecla podría gestionar un servicio público de esta envergadura, retomando un proyecto de figuras de la talla de Antonio Machado y García Lorca. Hay que pensar que el Ayuntamiento estaba entonces en pleno proceso de creación. No existía todavía Servicios Sociales, ni siquiera la Concejalía de Deportes y nosotros abarcábamos todos los ámbitos, cultura, educación, deportes…
Se hicieron unas encuestas previas entre la población para saber con qué materias empezar a programar los cursos y así arrancamos. El entonces alcalde Francisco Guillén y el concejal Justo Soriano eran gente joven, con energía, que creyeron en este proyecto. Pero desde ese momento, todas las Corporaciones Municipales y todos los equipos de Gobierno que se sucedieron, apoyaron a la Universidad Popular y eso se ha visto reflejado en la gente, que ha hecho suyo nuestro servicio . Ambos factores han sido clave en el éxito de estas cuatro décadas.
La sociedad yeclana y la española no es la misma que en 1982… ¿Cómo se han reflejado esos cambios sociales en la programación de los cursos?
Nos hemos ido adaptando a los tiempos y siempre hemos sabido detectar las necesidades que la sociedad yeclana nos demandaba, o al menos lo hemos intentado. En un principio se apostaba por el concepto de tiempo libre, pero eso ha ido derivando al de ocio creativo, que es lo que fomentamos ahora. Porque el ocio creativo se hace porque te gusta, por tu satisfacción personal y eso trasciende a la comunidad y a la sociedad, ya que si los alumnos aplican el aprendizaje que han obtenido en la Universidad Popular, se crece como sociedad.
Y en cuanto a las temáticas, también nos guiamos por lo que la actualidad marca. En 2012, con la crisis económica galopante los cursos de empleo se dispararon . Y de un tiempo a esta parte tenemos muchos cursos de ecología y medio ambiente porque la concienciación en torno a estos temas no deja de aumentar.
La trayectoria de la Universidad Popular siempre ha sido ascendente en cuanto a la cantidad y variedad de las enseñanzas como en cuanto al número de alumnos… ¿Cuál fue el punto de inflexión y en qué momento se produjo?
Fue algo paulatino, pero siempre hemos sido pioneros, abordamos los cursos de ayuda a la drogodependencia cuando eran tabú, nos ocupamos de la obesidad infantil cuando nadie lo abordaba. .. Pero la Universidad Popular se consolidó pronto. De hecho, empezamos con 15 talleres pero hemos llegado a tener 82 en el curso 2018/2019. La crisis económica y la pandemia nos han afectado, pero hemos logrado reponernos.
¿Cómo ha evolucionado el perfil de los alumnos desde los comienzos a la actualidad? Siempre la presencia de la mujer ha sido mayoritaria… ¿Se ha ido equilibrando con el paso del tiempo?
Actualmente sí. Podríamos decir, a grosso modo, que tenemos un 60% de mujeres y un 40% de hombres, aunque en los cursos vespertinos suelen estar a la par, también porque son personas más jóvenes las que asisten. Lo que pasaba al principio es que los hombres trabajaban jornadas de nueve o diez horas y venir después de su trabajo a los cursos era algo que costaba mucho. En estos años, se han ido incorporando muchos hombres, aunque debo decir que la mujer es más participativa.
La pandemia fue uno de los mayores obstáculos… ¿Cómo lograron superar esa enorme dificultad y cómo respondieron los alumnos?
Tuvimos que cerrar de marzo a junio de 2020 y apoyarnos en la enseñanza on line, pero en 2021 nos recuperamos con una oferta de 61 cursos… Ha sido duro volver porque la gente tiene miedo a estar entre cuatro paredes con otras personas. El COVID ha hecho mucho daño pero somos seres sociales y tenemos que volver a serlo. Hemos reducido el número de participantes en los grupos y espero que todo el mundo quiera volver a practicar el ocio creativo.
¿Qué novedades habrá este año?
Entre los 57 cursos hemos incluido uno de aves rapaces nocturnas,. otro nuevo es “Manejo mi móvil, mi tablet y mi ordenador” para ayudar a las personas a los trámites digitales, seguimos con la Ruta del Vino, este año hablando del diseño de muebles y tenemos uno de cocina con verduras silvestres.
