Entrevista: María Victoria Carpena Morales- Portavoz de la familia de Fernando Carpena
A. Quintanilla- A. Delegido
¿Cómo se ha gestado la exposición de su padre y cómo ha sido la colaboración de la familia con el Cabildo y el Consistorio para hacerla posible?
La iniciativa partió del comisario de la exposición, Alberto Martínez Pascual, que ha llevado a cabo un gran trabajo y al que quiero felicitar. Él ha organizado esta magnífica muestra del trabajo de mi padre por áreas temáticas y ha sumado fuerzas con el Real Cabildo Superior de Cofradías Pasionarias y con el Ayuntamiento de Yecla para que fuera posible. Además, ha creado unos textos preciosos para cada una de las secciones. Nosotros hemos aportado todas las obras posibles para que fuera una buena muestra del trabajo de mi padre. Y estamos muy agradecidos a Alberto, al Cabildo y al Ayuntamiento por este magnífico resultado.
¿Qué pueden encontrar los visitantes que se acerquen a la Iglesia de San Francisco hasta el próximo 25 de mayo?
Son un total de 39 obras entre cuadros, bocetos o dibujos de mi padre, divididas en nueve secciones temáticas. La primera sección corresponde a sus años de formación en Madrid, ciudad a la que llegó en 1941, en plena posguerra, aunque antes había recibido clases en Yecla con Amelio Quiles. En Madrid recibió formación académica de dibujo y fue copista en el Museo del Prado. Otra sección es la que recoge a sus payasos tristes, muy característicos de su obra. La tercera sección se dedica a los viejos , pues retrató a los ancianos de aquella Yecla de los años 50 y 60, una época en la que no existía la definición de tercera edad como ahora. Es irónico que él fuera el pintor de los viejos que no llegó a viejo. La cuarta área temática sería la Yecla de Azorín (monumentos de Yecla, paisajes), la quinta se dedica a las tradiciones (con juegos populares, como la cucaña o el chocolate, costumbres populares de Yecla, etc.. Un sexto apartado sería lo onírico, pues en su pintura él también cultivó lo fantasmal, lo espectral… También hay una sección de cartelería, con carteles de Semana Santa o una portada del programa de las Fiestas de la Virgen. El octavo apartado sería la pintura religiosa, pues era un hombre profundamente religioso y también abordó esa temática. Y finalmente la exposición la cierra su obra inacabada y una vitrina con objetos personales suyos. Desde su paleta a sus pinceles, o la pipa en la que fumaba. Y un autorretrato suyo que dice adiós a los visitantes.
¿Cuántas exposiciones se han llevado a cabo sobre la obra de su padre y por qué esta es tan especial para usted y su familia?
Las exposiciones anteriores han sido más por orden cronológico de su obra, no tanto por áreas temáticas como esta que ahora nos ocupa. Además, en esta hemos tratado de mostrar obras menos conocidas, algo que ha sido posible porque trabajó mucho en los 25 años que estuvo pintando. Él, en vida, llevó a cabo una única exposición en la Casa de Cultura de Yecla, en 1968, donde expuso 32 obras. Y en los 50 años transcurridos desde su muerte, pues este agosto se cumple medio siglo de su fallecimiento, Yecla le ha dedicado cinco exposiciones, incluyendo esta en la Iglesia de San Francisco. La primera en 1983 en la Casa de Cultura, la segunda en 1996 en Caja Murcia, en 2003 otra en la Casa de Cultura y hace diez años, en 2015, se celebró la última hasta la fecha, en la Casa de Cultura, dentro de la Colección Artistas Yeclanos y con el nombre “Ritos y costumbres”. En aquella ocasión se editó un catálogo muy completo, con textos de Concha Palao, actual cronista oficial de Yecla, de Vicente Chumilla y de Liborio Ruiz.
Sabemos que la exposición está siendo un éxito… ¿Qué significa para ustedes como familia directa?
Para nosotros es todo muy emocionante. Para sus tres hijos, para mi madre, para los nietos que él no pudo conocer… La inauguración fue algo muy emotivo pero es que el éxito es cierto. Este pasado martes ya habían pasado por allí 1.060 personas. Nos agrada mucho ver tanta gente joven visitando la exposición e interesada en su pintura. Animo desde aquí a todo aquel amante de la pintura a que no se la pierda, de aquí al 25 de mayo.
¿Considera que Yecla ha reconocido lo suficiente la carrera artística de Fernando Carpena?
Sí . Creo que la trayectoria de mi padre ha sido reconocida en Yecla tanto en el pasado como en la actualidad. Él retrató en sus cuadros una Yecla eterna y esa es una de las razones de que siga interesando y de que, como refería anteriormente, haya tanta gente joven visitando la exposición estos días. Él ha sido reconocido, tanto en lo institucional como, muy especialmente, a nivel social, por el pueblo de Yecla, algo de lo que la familia está especialmente satisfecha y que siempre nos emociona.
¿Qué recuerdos guarda de su padre a nivel personal, familiar…?
La influencia de mi padre en nuestras vidas ha perdurado siempre, aunque yo, que soy la pequeña, tenía sólo 12 años cuando falleció. Nos criamos en una casa llena de cuadros… Y pintados por él, lo que nos diferenciaba de otras casas… Recuerdo mucho el olor a aguarrás en su estudio, su enorme pasión por lo que hacía… La semilla artística maduró en sus tres hijos porque mi hermano Francisco pinta y ha hecho exposiciones, yo también y mi hermana Fini, ahora que se ha jubilado, está trabajando la pintura de cerámica a la grasa… De sus siete nietos, cuatro han estudiado Bellas Artes, por lo que la saga continúa. Y mi madre, a punto de cumplir 96 años, ha sido la más fiel custodia de su memoria y su legado. Recuerdo mucho también lo amigo que era de sus amigos… Las tertulias en mi casa aquellos domingos con Venancio Pascual, el escultor Pedro Ortega, el médico Germán Jiménez, o Castillo-Puche cuando este venía a Yecla. Eran conversaciones memorables y enriquecedoras.
¿Cómo le influyó su trabajo a usted en su propia pintura?
Yo he heredado su gusto por el dibujo, que para él era muy importante porque era un artista con mucha necesidad de expresión y en esta exposición hay bastantes dibujos suyos. El uso del color azul, esos tonos fríos de aquella Yecla tan gélida de los 50 que él usaba, también lo he incorporado. En cuanto a las temáticas, el trabajo con la figura humana ha sido fundamental en mi obra, en dos vertientes: una más realista y otra más expresionista.