Felicitación de Navidad de los portavoces- Sara Ortuño (PP)
Culmina el primer trimestre del curso y finaliza el año. Eso es lo que el calendario nos dice, pero todos sabemos que la segunda quincena de diciembre, creo que en Yecla podemos hablar de todo diciembre, es mucho más que pasar la hoja de un trimestre y cambiar el calendario de la pared.
Diciembre en Yecla es un mes de familia, de amigos, de tradición, de fe, de celebración, de reencuentros y de alegría. De visitar a la Virgen y de admirar los belenes. Porque en esta ciudad tenemos la fortuna de celebrar nuestras fiestas patronales y, antes de que finalicen, comenzar a celebrar la Navidad.
Un mes en el que a los cargos públicos se nos piden valoraciones del año que concluye, previsiones de futuro, intenciones y proyectos que deben mover nuestra actividad a lo largo del siguiente año, pero lo que me han pedido para esta publicación es una felicitación de Navidad para todos los que leen este periódico, y es lo que voy a hacer. No les voy a hablar de política.
Espero que todos celebremos estas fechas con alegría, con una sana alegría. Espero que huyamos del enfrentamiento, del enconamiento al que nos hemos ido acostumbrando a lo largo de estos últimos años. Seguro que somos capaces de dejar de lado todo lo que nos enfrenta y celebrar lo que nos une, porque esto último es mucho más grande e importante que cualquier diferencia política.
Leí hace un tiempo algo que me sorprendió: la tregua que se produjo de una manera espontánea en la Navidad de 1914, durante la Primera Guerra Mundial. Aquellos soldados que combatían en el frente apartaron sus diferencias y celebraron de forma conjunta la Navidad. Entre los días 24 y 26 de diciembre se felicitaron, compartieron, hablaron, cantaron y sobre todo dejaron de combatir.
Gracias a Dios nosotros no estamos en esa situación, pero sí nos sirve de ejemplo. Si ellos pudieron nosotros también. Porque lo que los hizo celebrar, lo que los hizo convivir fue lo mismo que nos mueve hoy a nosotros a sentarnos a la mesa con familia y amigos; lo mismo que nos lleva a felicitarnos por la calle; lo mismo que nos lleva a desear lo mejor para todos: el nacimiento de un niño, el nacimiento del Niño Jesús. Felices Pascuas de Navidad a todos.
