El pasado miércoles, 21 de mayo, fue una noche para recordar, para emocionarse y para brindar. Bodegas Antonio Candela celebró en Barahonda su centenario con mucho más que una conmemoración: un homenaje a la historia, la familia y la tierra de Yecla. Más de 170 personas nos acompañaron para celebrar 100 años de trabajo, pasión y compromiso con el vino.
La velada comenzó con un recibimiento cálido en una casa que lleva generaciones abriéndose al mundo desde el corazón de Yecla. Entre los invitados, autoridades como la consejera de Agricultura, Ganadería y Pesca, Sara Rubira, y la alcaldesa de Yecla, María Remedios Lajara, quisieron sumarse a una celebración en la que emoción y orgullo se palpaban en cada rincón. Arrancamos con un inicio que nadie olvidará: la aparición virtual de Antonio Candela padre, recreado mediante un avatar con inteligencia artificial y su voz clonada. Desde la pantalla, con serenidad y emoción, dio la bienvenida a los asistentes y nos habló de futuro. Fue un momento sobrecogedor. Una mezcla perfecta de tecnología y alma que capturó en segundos el espíritu de la noche: memoria, emoción y vanguardia. La alcaldesa lo resumió con una frase que nos emocionó a todos: “La familia Candela no solo ha sido clave para el sector vitivinícola, sino también para el desarrollo económico, social y emocional de Yecla.” No pudo decirlo mejor.
Uno de los momentos más impactantes de la noche fue la presentación de la nueva experiencia de realidad virtual e inteligencia artificial desarrollada junto a la agencia Estado Latente. Quienes asistieron pudieron sumergirse, literalmente, en nuestros viñedos, recorrer la historia de la bodega y escuchar, con una emoción difícil de describir, la voz clonada de Antonio Candela Poveda, guiándonos en este viaje inmersivo. Fue mágico. Fue humano. Fue futuro. Pero si hubo un instante que unió a todos los asistentes en un mismo sentimiento fue la entrevista en directo que protagonizaron Antonio y Alfredo Candela de la mano de nuestra consultora de comunicación, Susana Lluna. Repasamos anécdotas familiares, desafíos superados, sueños cumplidos y, sobre todo, reafirmamos el compromiso con lo que somos: una bodega familiar que no ha dejado de mirar al futuro. “Estos cien años han sido posibles gracias al trabajo de muchas personas que han formado parte de nuestra historia. Hoy celebramos su legado y reafirmamos nuestro compromiso con la innovación, el emprendimiento y las raíces de nuestra tierra”, expresó Alfredo. “Miramos al futuro con la responsabilidad de quienes somos depositarios de un siglo de conocimiento, pero también con la ilusión de quienes saben que el mejor vino aún está por llegar”, añadió Antonio, con la mirada puesta en el horizonte.
A través de dos vídeos, uno producido con gran cariño, otro elaborado con testimonios caseros, revivimos historias, risas y lágrimas. Los rostros de quienes han crecido con la bodega y han trabajado nuestras viñas, de quienes han creído en nosotros. Porque, como bien se dijo esa noche, “las personas son el verdadero tesoro de Barahonda”. Como broche de oro, los invitados pudieron brindar con «100 Candelas», el vino que hemos creado especialmente para conmemorar este centenario. Un vino que no solo encierra lo mejor de nuestra tierra, sino también la emoción de esta celebración única.
Gracias a todos los que nos acompañasteis. Gracias a los que habéis formado parte de este camino. Gracias por confiar, por compartir, por creer. Porque este centenario no es solo nuestro. Es de todos. Y ahora… ¡a por los próximos 100 años!
FAMILIA CANDELA BELDA