Poco importan las cifras cuando el auge que palpamos año tras año continúa en imparable ascenso
A estas alturas de las Fiestas de San Isidro Labrador pensamos que es un error entrar en superfluas guerras de números, o intentar demostrar al dedillo la cantidad de espectadores que salen a la calle en estas fechas, o que contemplarán la Cabalgata, o la cifra concreta de forasteros que vendrán de nuevo a dejarse envolver por el ambiente alegre y único que se vive en Yecla durante estas jornadas. Las Fiestas de San Isidro tienen suficiente entidad, identidad y personalidad por sí mismas como para que no le haga ninguna falta tener que echar mano de cifras astronómicas que nunca nadie será capaz de calcular con exactitud.
Son unas fiestas multitudinaria y todos lo sabemos; atraen cada año a más público y eso no lo duda nadie porque es más que evidente en cada nueva edición; la participación dentro y fuera de las peñas sigue en continuo aumento y eso salta a la vista… Poco, pues, importan las cifras cuando todo el auge que palpamos se constata igualmente en que el reconocimiento hacia las Fiestas de San Isidro Labrador de Yecla fuera de nuestras fronteras locales continúa en constante e imparable ascenso año tras año.