Los profesionales de locales nocturnos se ven amenazados por la irresponsabilidad y el poco conocimiento de algunos
Pensábamos erróneamente que el verano apaciguaría los contagios y sería de cara al otoño cuando correríamos mayor riego de rebrotes. Pero la actualidad ha dado la vuelta a la realidad que vivimos ante los casos que vamos conociendo de punta a punta de la geografía nacional. Por el momento Yecla se mantiene al margen aunque no por ello ha disminuido la preocupación vecinal, más que palpable en cada conversación sobre el coronavirus y hasta qué punto ha alterado nuestra existencia. Más si cabe cuando esta semana comenzaba con la decisión del Gobierno Regional de que el uso de la mascarilla sea obligatorio a partir de ahora con las consiguientes sanciones que puede acarrear hacer oídos sordos a esta normativa.
Y al cierre de esta edición, en la mañana del miércoles, tal y como informamos en este número, los propietarios de discotecas mantenían una reunión en el Ayuntamiento con la responsable de la recientemente creada Concejalía de Hostelería, Remedios Lajara, para analizar los pormenores de la nueva Orden de la Consejería de Salud dictada este martes y que, entre otros puntos, afecta especialmente a los locales de ocio nocturno, discotecas y bares de copas, cuya actividad queda suspendida, prohibiéndose el consumo en la barra y el uso de la pista de baile y autorizándose solo la terraza en el caso de que la tengan. Una vez más pagan justo por pecadores, pues el buen hacer y responsabilidad de los profesionales de la noche se está viendo amenazada por el poco conocimiento con el que se comportan algunos, como si aquí no pasara nada.
